Gestionar bien las finanzas personales y mantener una buena economía genera tranquilidad, particularmente en tiempos de crisis e incertidumbre. Esta estabilidad puede llegar a través del ahorro. Empezar a ahorrar puede ser una tarea muy fácil siempre y cuando te lo propongas.
1. Definir tu meta de ahorro
Es muy importante que definas tu meta de ahorro. El por qué y el para qué. Si sabés de antemano el destino de tu ahorro será mucho más fácil comenzar y mantener el hábito, ya que vas a tener el impulso de la motivación por objetivos. Además, de ese modo, vas a definir de un modo más fácil la cantidad de dinero y el tiempo necesarios para alcanzar tu objetivo.
Puede pasar que no tengas una meta clara de ahorro y no pasa nada; lo importante es adquirir el hábito y ahorrar todos los meses porque es una herramienta que te permite alcanzar un mejor nivel de vida: hacer realidad tus planes futuros, cubrir necesidades y darte tranquilidad ante imprevistos.
2. Hacer un presupuesto mensual
Ser consciente de cuánto dinero recibís mensual o quincenalmente y aprender a distribuirlo es el siguiente paso para fortalecer tus metas a futuro. Es importante también identificar los gastos mensuales obligatorios, como el pago de la luz, agua, gas, internet, alquileres y las compras del supermercado.
Con esta información, vas a saber cuánto dinero podés destinar al ahorro: no tiene que ser una cantidad exacta sino que puede ser un valor aproximado. Si tus gastos no te permiten ahorrar como te gustaría, ¡no importa!, podés empezar de a poco e incrementar la cantidad según tu capacidad. Ahorrar algo, aunque parezca poco, ya es mejor que no ahorrar nada.
3. Aprender a gastar
Es muy importante revisar y anotar todos los gastos que tengas, y para poder eliminar gastos que no son esenciales en tu vida, es importante que sepas diferenciar entre dos conceptos: necesidad y deseo.
La necesidad es lo que requerimos satisfacer de forma indispensable. Si tenemos sed, entonces necesitamos tomar agua. El deseo, en cambio, es algo que aspiramos tener o poseer, muchas veces influenciado por la emoción o el contexto social.
Muchas veces compramos cosas que en realidad son innecesarias, perjudicando un porcentaje que podemos estar ahorrando. Además, muchas veces compramos por impulso. Entonces, antes de comprar, es importante que te preguntes si verdaderamente lo necesitás, y si vale la pena adquirirlo. Un ejercicio muy útil para implementar es no comprar de inmediato, sino dejar un tiempo para analizar si verdaderamente lo necesitás. Esto te servirá para darte cuenta si lo que querés adquirir es simplemente por un capricho (deseo) o porque realmente te hace falta (necesidad).
4. Aprovechar los descuentos
Elegir bien cuándo y cómo comprar es fundamental al momento de realizar una compra, especialmente aquellas que son planificadas. Lo mejor de todo es que ¡vas a gastar muchísima menos plata y vas a llegar mucho mejor a fin de mes!
En este contexto de alza de precios, hay muchas opciones en el mercado para que pagues menos por tus compras. Por ejemplo, lo ideal es que vayas al supermercado el día que haya descuentos con tu tarjeta o con la app que normalmente usás.
Ya sea que estés comprando alimentos, ropa, tecnología o artículos para el hogar, usá la app de ShopApp y descubrí lo fácil que es ahorrar. Cuando sea y donde sea que compres. Te vas a sorprender con las distintas promociones y descuentos que hay para vos.
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