Los gastos hormiga son todas esas pequeñas sumas de dinero que gastamos a diario en placeres cotidianos y de manera casi inconsciente ya que no tenemos en cuenta su efecto en nuestro presupuesto. Por tratarse de gastos chicos, generalmente no les prestamos ninguna atención y pasan prácticamente inadvertidos para nosotros. Pero es importante que estemos atentos y los sepamos controlar ya que podrían destruir nuestra capacidad de ahorro y desbalancear nuestra economía personal.
¿Cómo identificar los gastos hormiga?
Una forma sencilla de identificar los gastos hormiga es, al finalizar el día, hacer una lista de todos los gastos que tuviste (todos los gastos, hasta los más insignificantes). Ese ejercicio lo tendrías que repetir varios días consecutivos hasta poder tener noción y darte cuenta de cuáles son los gastos que están influenciando tu economía en mayor medida. El café que te comprás camino al trabajo, por ejemplo, es un claro ejemplo de un gasto hormiga.
¿Cómo darme cuenta si me está impactando en mi finanza personal?
Un buen ejercicio para hacer es que, de algún gasto hormiga que hayas identificado (como puede ser el café de todas las mañanas), tomes su valor unitario y lo multipliques por el número de consumo diario, después semanal y por último, por las 52 semanas del año.
Por ejemplo, si el café camino al trabajo te sale $80 y lo comprás de lunes a viernes, en una semana vas a gastar $400, en un mes $1.600 y en un año $20.800. ¡Un montón de plata! ¿No te parece que podrías utilizar ese dinero en otra cosa más importante?
¿Cómo combatir los gastos hormiga?
Aplicando la fórmula anterior en todos aquellos gastos que considerás rutinarios, te vas a dar cuenta cuáles están impactando en mayor medida en tu economía personal. Además, es un ejercicio muy útil porque te permite darte cuenta de cuáles gastos son necesarios y cuáles deberías eliminar de tu consumo diario.
Algo importante a destacar es que controlar los gastos hormiga no significa privarte de esos gustos que te das de vez en cuando, sino poner en la balanza cuáles valen la pena y cuáles no. Vas a darte cuenta que muchos de ellos son fácilmente reemplazables. El café lo podés preparar en tu casa y llevarlo en un vaso térmico en lugar de comprarlo hecho donde te va salir mucho más caro. Lo ideal es ir reduciendo el consumo de a poco: por ejemplo, si te comprás el café 5 días a la semana, empezá por comprarlo sólo 3. Vas a ver que con el tiempo, vas a ir generando hábitos más inteligentes e incluso, más saludables.
Planifica tus compras de acuerdo a tus necesidades: es importante que en tu presupuesto incluyas la categoría “extras” para saber realmente cuánto podés destinar a tus gastos hormiga
Realizá tus compras de manera inteligente: aprovechá a realizar tus gastos los días que hayan promociones y descuentos
Prepará tu día con anticipación: si sabés que vas a estar fuera de tu casa por mucho tiempo, organiza tus comidas y armate viandas o colaciones para evitar caer en los kioscos donde probablemente te tientes con más de una compra. Además, llevá con vos siempre una botella de agua para hidratarte
Pensá dos veces antes de comprar algo: muchas veces compramos cosas por impulso que en realidad son innecesarias, perjudicando un porcentaje que podemos estar ahorrando